Pilares de Nacozari y el éxodo final de 1949

9 de mayo de 2022

Por Gustavo Adolfo Figueroa Martínez

Puedo citar como antecedentes la baja cotización del cobre que para esos días había bajado cinco puntos y los impuestos leoninos del gobierno federal que no quiso negociar. El presidente Miguel Alemán estaba más interesado en «clavar la uña» que atender una petición para conservar una fuente de trabajo de más de mil empleos que daban vida a dos pueblos.

Al respecto, Gustavo P. Serrano, exministro de Economía expresó que los impuestos eran tan altos que hacían incosteable la explotación minera y que las vetas se perderían para siempre. Agregó que la Secretaría de Hacienda debería gravar las utilidades de las empresas y no a la producción.

El 1.º de mayo, la empresa notificó a la sección 114 de Pilares de Nacozari y a la sección 140 de Nacozari de García el cierre total de sus actividades de extracción de mineral. Mr. Rawlins, apoderado general de la empresa, ya había tratado en la Ciudad de México lo concerniente al paro. La empresa inició negociaciones con las secciones sindicales y el día 28 de mayo, con la intervención de la Secretaría del Trabajo, se firmaron los acuerdos: se indemnizaría a cada empleado con dos meses de sueldo, diez días por año trabajado, vacaciones y todas las prestaciones del contrato colectivo de trabajo.

El día 29 de mayo, el gobernador interino en el estado, Horacio Sobarzo, estuvo en Nacozari de García y ofreció su apoyo con vehículos del gobierno para movilizar a la gente hacia sus pueblos o ciudades. Posteriormente se dirigió a Pilares y fue recibido por casi todo el pueblo minero. Platicó con los dirigentes y les notificó que el Gobierno dejaría un fondo de diez mil pesos para apoyo a las personas más vulnerables y mujeres con niños. En Nacozari, para administrar esos fondos, se nombró un comité de apoyo conformado de la siguiente forma: presidente: Gustavo Aldana Albarrán; vicepresidente: Francisco Freaner, Jr.; secretario: Bernabé C. Robles; pro secretario: Manuel Rendón Munguía; vocales: Antonio Valenzuela, Armando Paco, José María Olea, Dr. Daniel J. Zapiain y Fernando Soto. Gente muy conocida y de solvencia moral de Pilares y de Nacozari.

Después de que se firmaron los acuerdos para la liquidación de la gente, bajo supervisión de autoridades de la Secretaría del Trabajo y el sindicato, la compañía procedió a entregar a sus trabajadores las cantidades estipuladas ya descritas más un ahorro que la empresa descontaba previendo la contingencia.

Había mucha gente de los pueblos cercanos y otros lugares más lejanos como Hermosillo, Cananea, etc. Tan pronto como llegaron los carros del gobierno del estado (como unos cinco), el sindicato de Pilares asignaba los turnos de preferencia a los que iban a Hermosillo (viajes muy largos, en terrenos de terracería y serranías). Para los viajes más cercanos, la compañía pagó a particulares para el traslado a Villa Hidalgo, Huásabas, Granados, Tepache, Divisaderos, Bacadéhuachi y Agua Prieta. Entre los que acarrearon gente podemos citar a Guillermo Hernández, Chacho Trujillo hijo, Gabriel Galindo, Miguel Fuentes y otros.

Casi todo el mes de junio se fue transportando gente de Pilares y de Nacozari. Algunos decidieron quedarse. Los servicios de agua potable y electricidad no se suspendieron; en la mina había veladores y bomberos que operaban las bombas que impedían el ahogamiento de la mina desde el nivel 22. Es menester aclarar que había mucho material que sacar, como tuberías de todos los calibres, equipos, rieles, etc.

En el año de 1948, el Ing. Corona Richardson del Departamento de Colonización había levantado el censo de los futuros colonos de la costa de Hermosillo y algunos ya se encontraban por allá.

Por demás es describir cómo poco a poco Pilares y Nacozari fueron quedando con pocos habitantes con la esperanza de que el destino de los dos pueblos cambiara.

El fin definitivo una década después

15 de diciembre de 1960: En esa fecha hubo un trago amargo para los habitantes de Pilares y de Nacozari. El diario El Imparcial publicó el 3 de diciembre de ese año: Desaparecerá el mineral de Nacozari, suspenderá sus trabajos The Moctezuma Copper Company. Por incosteabilidad, cesarán en sus empleos 150 trabajadores y empleados; los servicios de electricidad y de agua potable serán suspendidos el día 16 de enero de 1961.

A nivel nacional, el sindicato de mineros representando a la sección 140 y el Lic. Campillo Sainz, apoderado legal de la empresa, habían acordado ante la Secretaría del Trabajo lo referente a la indemnización de los trabajadores el día 15 de noviembre.

El día 21 de noviembre, el gerente de la empresa, Harvey H. Gobble y Roderico Soto hicieron una visita al presidente municipal, don Jesús Félix Bernal y le manifestaron lo del paro de la empresa y de la suspensión de los servicios ya relatados el día 16 de enero del próximo año.

No hay plazo que no se llegue. Ese día la compañía dejó de operar. En Pilares se sacaron las tuberías y cableado eléctrico, motores y bombas del interior de la mina. La sirena no pitó las horas reglamentarias, y se procedió a levantar la tubería de asbesto desde El Porvenir hasta Nacozari. Lo que quedaba de los talleres en el patio de mina fue desmantelado. En Nacozari de García siguieron trabajando la casa de fuerza y la casa de bombas del agua potable hasta el día 16 de enero de 1961, según lo acordado.

De la compañía quedaron solo dos empleados: José Ortiz Bray, encargado del supply, lugar en donde se concentraron todos los materiales y Chu Álvarez, como velador. A don Ramón Barrera tuvieron que ir a comunicarle personalmente que el trabajo se había terminado. Él era el encargado de regular el agua del regreso a la concentradora.

Fotografía de portada: Ingenieros mineros y ayudantes de la mina de Pilares de Nacozari (1923) | Colección Phelps Dodge


Acerca del autor: 

Gustavo Adolfo Figueroa Martínez (originario de Nacozari de García, Sonora). Se tituló como profesor de educación primaria en la Escuela Normal del Estado de Sonora y ejerció durante 30 años. Fue socio fundador de la Asociación de Cronistas Sonorenses, A.C., de la cual fue presidente. Fue presidente de la Academia de Historia de la Sociedad Nacional de Geografía y Estadística. Fue cronista municipal de La Colorada y autor del libro Pilares y Nacozari. Reseña histórica (2008). Falleció en abril de 2022.


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