Los nacozarenses reaccionan al asesinato del presidente Francisco I. Madero

9 de mayo de 2022

Por Gustavo Adolfo Figueroa Martínez

La noticia corrió como reguero de pólvora. Los servicios consulares gringos alertaron a la Moctezuma Copper Company y a la compañía del ferrocarril. En ese entonces solo había telégrafo. En Pilares de Nacozari, el ambiente se calentó y más de trescientos mineros abandonaron los trabajos. A duras penas el comisario de apellido García los convenció de que regresaran a sus trabajos y esperaran un poco más.

En Nacozari de García la gente no veía con buenos ojos a los soldados del 10.º Batallón y comenzaron a hostigarlos con francotiradores. Por tal motivo se acuartelaron en el cerro de la concentradora y en el cerro de La Sirena. Un parroquiano salió de una cantina —en donde sin lugar a dudas el tema del momento era el cuartelazo de Huerta—, y comenzó a disparar a los soldados de La Sirena con una pistola, gritando «¡Viva Madero!» Estaba disparando en donde comienza la calle segunda, enfrente de que Franky Quijada. Una patrulla bajó; lo aprehendió, y al lado norte de la casa de doña Loreto, lo fusilaron.

Otro, de apellido Corella (creo que era del lado del río Sonora), desde la casa de donde vivía don Justiniano Figueroa, disparaba su treinta-treinta al cerro de La Sirena y se aventaba su trago de mezcal. Detectado por el humo de la pólvora, un oficial, acompañado de dos soldados, bajó por la cuesta de que don Susano Montaño, salieron por la calle Oaxaca y esperaron a que saliera a disparar y lo cazaron.

Por su parte, Jim Moffett disparaba del interior de una letrina (eran de madera con una ventanilla en forma de rombo) y así no se veía el humo de la pólvora.

El prefecto de Moctezuma, Pedro F. Bracamonte estaba muy molesto. Maderista de origen, cifraba mensajes al gobernador Maytorena. Sin respuesta no podía hacer nada porque en la retaguardia tenían un cuerpo de caballería federal al mando del teniente coronel Villaseñor, pero sí tenía agentes en los pueblos vecinos trabajando a favor de la causa maderista.


Acerca del autor: 

Gustavo Adolfo Figueroa Martínez (originario de Nacozari de García, Sonora). Se tituló como profesor de educación primaria en la Escuela Normal del Estado de Sonora y ejerció durante 30 años. Fue socio fundador de la Asociación de Cronistas Sonorenses, A.C., de la cual fue presidente. Fue presidente de la Academia de Historia de la Sociedad Nacional de Geografía y Estadística. Fue cronista municipal de La Colorada y autor del libro Pilares y Nacozari. Reseña histórica (2008). Falleció en abril de 2022.


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