Demografía, minas y ferrocarriles en Sonora
26 de abril de 2022
Por Fernando Alberto Suárez Barnett
Las rutas que construyeron las grandes compañías ferroviarias no quedaron cerca de los minerales principales de Sonora o Arizona, y por lo tanto fueron las mismas compañías mineras las que tuvieron que construir esas líneas que les permitieran sacar su producción al exterior. Las dos minas y ferrocarriles arizonenses principales fueron Tombstone y Bisbee, mientras que las sonorenses fueron Nacozari y Cananea.
La primera mina de la región fronteriza fue Tombstone, seguida de Bisbee. A esta última le pasó lo mismo que a todas las minas. Inicialmente, por 1880 se alcanzaba un porcentaje de mineral del 23 %, el que cinco años después había disminuido al 10 %, haciendo, en consecuencia, más caro el proceso de extracción del metal. Esto llevó a la compañía a intentar abaratar la producción de cobre, además de aumentar la cantidad de cobre producido.
Por otro lado, otro de los renglones con potencial a abaratar costos era el del transporte del mineral; a principios de la década de 1880 este se sacaba por trenes de mulas de 18 a 20 animales y llevaba por unos 100 km hasta Benson. Así, se construyó un camino por el Paso de las Mulas (que sigue el túnel actual) para llevar el mineral a Fairbank, que era una estación del Ferrocarril del Santa Fe en Fairbank, y de esta manera se acortó el camino a 60 km.
Además, en 1886 se compró una máquina en forma de locomotora para acarrearlo; impulsada por leña, aunque a diferencia de un tren, no corría sobre rieles, y de inmediato fue bautizada como Gerónimo. Sin embargo, esta maquinaria no funcionó durante las lluvias frecuentes de esa región, ya que el suelo se enlodaba y la máquina perdía toda capacidad de tracción, quedando inservible.
Para resolver esta situación, la compañía Phelps Dodge construyó a partir de 1888 una vía férrea, la Arizona and Southeastern, con 36 millas de longitud. Le daba la vuelta a las montañas de Bisbee y luego se dirigía a Fairbank, que era la terminal en Arizona de la continuación del Ferrocarril de Sonora.
Por otro lado, en 1895, Douglas contrataba a un ingeniero, Louis D. Ricketts, para investigar el potencial minero del norte de Sonora, quien encontró que la familia Guggenheim, de Nueva York, era dueña de un mineral, Pilares, cercano a Nacozari. De inmediato, Ricketts se dio cuenta de que a pesar de que los Guggenheim tenían mucho dinero, por otro lado carecían de la experiencia de trabajar minas; así, en 1896 los Guggenheim le traspasaron el control de la mina de Nacozari. Ahora solo faltaba conectar Nacozari con el mundo exterior, debido principalmente al problema anual de que las lluvias hacían intransitables los caminos y hacían imposible extraer mineral.
Además, preparando una ruta ferroviaria para Nacozari, en 1898 era construida una ruta ferroviaria entre Bisbee y Naco, y después de conseguir la concesión del gobierno mexicano, la Phelps Dodge empezó a buscar una ruta entre Naco y Fronteras. Sin embargo, más hacia el sur la ruta se hacía muy accidentada. La solución que encontró la compañía fue construir una línea férrea de Bisbee a Agua Prieta y de allí hacia el sur.
Esta solución, a su vez, hizo ver a la Phelps Dodge que era incosteable acarrear materiales por tren desde el este hasta Benson, para luego regresarlo nuevamente a Agua Prieta, aunque cuando la Phelps Dodge le pidió a la Southern Pacific que construyera ese tramo entre Nuevo México hasta Agua Prieta, esta se negó, por lo que Phelps Dodge decidió construirla él solo, y en 1902 era inaugurada su ruta férrea entre El Paso y Agua Prieta, rebautizando en el proceso su ferrocarril como El Paso and Southwestern Railroad, y en 1904 se concluía la vía férrea entre Agua Prieta y Nacozari.
Esta construcción vino a alterar profundamente la distribución demográfica de la región. El Ferrocarril de Sonora únicamente llegaba por entonces hasta Guaymas, mientras que Sonora se encontraba casi totalmente despoblada, a pesar de que se necesitaba de mano de obra en las minas.
Así fue como el nuevo ferrocarril empezó a importar trabajadores procedentes del resto del país que utilizaban el Ferrocarril Central que comunicaba El Paso con el centro de México; era gente que llegaba a Sonora a través de Agua Prieta o Nogales, buscando formar su futuro aprovechando la oferta laboral que ofrecían las minas.
De esta manera se pobló Nacozari, Pilares, Agua Prieta y los pueblos mineros arizonenses, con gente que llegaba de Chihuahua, de Durango o de otros estados. Era gente que al llegar a la región cambiaba de destino y se dirigía ya fuera a Cananea; al Tigre, que era un mineral cercano a Nacozari, o ya fuera a las minas arizonenses de Morenci, de Clifton (en donde murió en 1906 y está enterrada Teresa Urrea, la Santa de Cábora), a Metcalf o a Bisbee.
Es decir, el ferrocarril a Nacozari, y la oferta laboral de las minas asociadas vinieron a alterar la distribución de la población del norte de Sonora, en un proceso parecido al actual, en que esta región ha sido poblada por sinaloenses, por jaliscienses, etc.
Texto original publicado en el blog Anécdotas Históricas Sonorenses el 20 de mayo de 2015
Fotografías de portada: Ferrocarril de Nacozari. Northern Arizona University. Cline Library. Colección: Tad Nichols
Acerca del autor:
Fernando Alberto Suárez Barnett (originario de Nogales, Sonora). Fue ingeniero civil egresado de la Universidad de Sonora. Fue cronista municipal de Nogales, Sonora y colaborador semanal del periódico El Imparcial, donde plasmó escritos acerca de la historia de la región norte de Sonora y sur de Arizona. Impartió cursos en la Sociedad Sonorense de Historia, Universidad de Arizona, Pima Community College, Pimería Alta Historical Society, así como pláticas en escuelas estatales de Sonora y Arizona. Durante más de 12 años organizó y dirigió la Sociedad Nogalense de Historia y por espacio de 18 años formó parte de la mesa directiva de Pimería Alta Historical Society. Falleció en junio de 2019.
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