La toma de Nacozari: Primer triunfo del Ejército Constitucionalista en Sonora
8 de marzo de 2022
Por Gustavo Adolfo Figueroa Martínez
8 DE MARZO DE 1913—Serían como las 8:00 de la mañana cuando se inició la balacera por el lado norte por el puertecito del Asilo hacia el cerro de La Sirena y casi al unísono por el lado de la concentradora a los jales. Al poco rato, el tren que venía de Pilares no traía metal sino a los voluntarios de Pilares que atacaban por la retaguardia a los atrincherados soldados del 10.º batallón y a 50 yaquis al mando del cabo 1.º Francisco Amarillas.
Los soldados del cerro de La Sirena se replegaron al cerro de la concentradora. Todo el día se peleó. Los lugareños no habían vivido hasta entonces una batalla tan sistemática y prolongada. Ponían colchones en las ventanas para impedir el paso de las balas perdidas. Por la tarde se escucharon fuertes detonaciones de dinamita por el lado de la concentradora. Fueron los pilareños, quienes arrastrándose para evitar las balas, lanzaron los explosivos. Uno de ellos acertó a una de las trincheras. Sigilosamente, los soldados federales, sin dejar de disparar, se dirigieron por el cerro de la concentradora, rumbo al represito y luego, alejándose de la vista de los tiradores de los jales, bajaron por el lugar conocido como El Tiradito, donde hoy se encuentra en el lado sur el libramiento para Agua Prieta, pasado por la retaguardia de las fuerzas de Cumpas que ocupaban los jales y se retiraron de la población.
Una tensa calma se sintió en Nacozari. Al siguiente día, los revolucionarios entraron a Nacozari por el lado del supply. Los pilareños se cubrieron de gloria, puesto que su comandante, al dar la orden de lanzar cargas de dinamita con mecha corta, obligó al jefe del 10.º batallón a abandonar el poblado.
Todos los atacantes se reunieron en Nacozari y regresó la calma ya sin la presencia del ejército federal. Los muertos se colocaron enfrente del hotel Nacozari en donde hoy se encuentra la máquina. Fue la primera victoria del Ejército Constitucionalista en Sonora.
Combatientes:
◾️ Por el ejército federal en Nacozari de García: El coronel Eduardo López, jefe del 10.º batallón con 250 soldados perfectamente armados. Este militar fue fusilado en Santa Rosa junto con el coronel Francisco Chiapa. Cabo 1.º Francisco Amarillas, único yaqui que llegó a general de división en el Ejército Mexicano.
◾️ Por los revolucionarios: El mayor Pedro F. Bracamonte, prefecto de Moctezuma, que fue subestimado por el general Ojeda por contar en Moctezuma con solo 120 soldados estatales, pero su capacidad hizo posible que sus agentes reclutaran voluntarios para tomar la población de Nacozari de García a favor de la revolución constitucionalista. En la Noria de Scherman le llegó el ascenso a teniente coronel por parte del gobernador Pesqueira.
Capitán 1.º Macario Bracamonte, llevando como segundo al teniente Mariano Baltierrez con 100 voluntarios de Moctezuma.
Capitán 1.º Romualdo Montaño, llevando como segundo al teniente Cayetano Villa con 98 voluntarios de Cumpas.
Teniente Vásquez y subteniente Del Castillo con 25 voluntarios de Óputo, hoy Villa Hidalgo.
Juan Manuel Arvizu con 25 voluntarios de Granados.
José F. Gutiérrez, un hombre entrado en edad; muy querido en Pilares. Había sido comisario en el año de 1902. Era el jefe de los pilareños. Traía como segundo a Felipe G. Abril y de oficiales a Ángel U. Galaz, Hilario Borbón, Victoriano Peralta, Francisco M. Encinas y Victoriano Vidal Leyva.
Todos los atacantes pelearon valientemente contra soldados profesionales, pero honor a quien honor merece. La orden que el jefe de Pilares dio a soldados voluntarios de atacar con cargas de dinamita desalojó a los federales del cerro de la concentradora y se retiraron del lugar.
La toma de Nacozari culminó con el lanzamiento del Manifiesto a los habitantes de Sonora el 12 de marzo de 1913 convocando a la población a tomar las armas.
Según el parte oficial, en la batalla se registraron las siguientes bajas:
◾️ Federales: Trinidad Aparicio, Félix Martínez, Félix Arias, José Apodaca y Francisco Hernández
◾️ Revolucionarios (Constitucionalistas): José Jesús Arvizu
◾️ Civiles: Juan Encinas
Los cadáveres fueron sepultados en la fosa común del cementerio local.
Acerca del autor:
Gustavo Adolfo Figueroa Martínez (originario de Nacozari de García, Sonora). Se tituló como profesor de educación primaria en la Escuela Normal del Estado de Sonora y ejerció durante 30 años. Fue socio fundador de la Asociación de Cronistas Sonorenses, A.C., de la cual fue presidente. Fue presidente de la Academia de Historia de la Sociedad Nacional de Geografía y Estadística. Fue Cronista Municipal de La Colorada y autor del libro Pilares y Nacozari. Reseña histórica (2008). Falleció en abril de 2022.
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