Relato del incendio que consumió el templo de Nacozari

6 de marzo de 2023

Por Gustavo Adolfo Figueroa Martínez

Lo recuerdo perfectamente; fue un Domingo de Resurrección (21 de abril de 1957). Como a las 7:00 de la noche, un corto circuito inició el fuego en la sacristía. El templo tenía techo con tijerales de madera y sobretecho del mismo material recientemente pintado con pintura de aceite. El fuego avanzó; alguien gritaba: «¡Hay que cortar el fuego en la puerta que comunica la sacristía con el templo!» Pero no había a los medios. La señora Lupe Tineo de Figueroa se metió y sacó uno de los santos. Se sacaron también unas bancas.

Se llenó de humo la iglesia y de repente un flamazo: se prendió el techo. Había poca presión de agua, y al rato, se escuchó un estruendo cuando se desplomó el techo, luego siguió el campanario. Se oyó un estruendo cuando cayó el órgano y al rato la campana, que tenía un precioso sonido. Había llantos y lamentos por la pérdida del templo.

El pueblo de Nacozari no se cruzó de brazos. Se imprimieron volantes invitando a los nacozarenses a una reunión para integrar un patronato Pro Reconstrucción del Templo. Yo cursaba segundo de secundaria y me comisionaron a repartir volantes, insistiendo al entregarlo que todos deberían acudir. Yo cubrí el área de Pueblo Nuevo. La reunión fue un éxito. Tuvo lugar en la biblioteca donde se proyectaban películas. Como presidente del patronato quedó don Roderico Soto, alto funcionario de la Moctezuma Copper Company, y de Tesorero, don Carlos Silva Rubio, gerente del Banco de Nogales, S.A. La gente donó dinero y joyas para iniciar los trabajos.

Don Roderico dispuso de un compresor de la empresa para inyectar cemento en las paredes del templo para reforzarlas. La compañía donó tijerales de acero hasta que la iglesia, después de un considerable tiempo, fue nuevamente puesta al servicio de los fieles. Hubo voluntarios que prestaron sus servicios. Cuando no había templo, el padre José Juan Cantú oficiaba detrás de la escuela Benito Juárez.

El padre Cantú celebra la misa en el patio de la Esc. Primaria Lic. Benito Juárez

Gustavo Adolfo Figueroa Martínez (originario de Nacozari de García, Sonora). Se tituló como profesor de educación primaria en la Escuela Normal del Estado de Sonora y ejerció durante 30 años. Fue socio fundador de la Asociación de Cronistas Sonorenses, A.C., de la cual fue presidente. Fue presidente de la Academia de Historia de la Sociedad Nacional de Geografía y Estadística. Fue cronista municipal de La Colorada y autor del libro Pilares y Nacozari. Reseña histórica (2008). Falleció en abril de 2022.


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