Nací en Cumpas, Sonora el 22 de marzo de 1907. Mis padres fueron Pedro Acuña Ocaño y Refugio Sánchez de Acuña. A la edad de dos meses me trajeron a Nacozari, donde me crie y me eduqué. 

Mi enseñanza escolar y musical se la debo al profesor Alfonso Quiroz y Ochoa. Estudié flautín con el maestro Eduardo C. Gulliver para tocar en la banda municipal.

A los 14 años de edad vine a Los Ángeles, California, donde seguí mis estudios. Llegué a ser director de la orquesta escolar, que tenía bastantes músicos, aunque jóvenes, pero buenos ejecutantes. Esto hizo que me reconocieran, me admiraran y me aceptaran como mexicano, ya que en esa época todavía existía una discriminación en contra del mexicano.

La música siempre me ha gustado, y desde niño tuve una inclinación hacia ella. Será por esto que desde muy joven empecé a componer, primeramente piezas instrumentales y después canciones.

No fue fácil introducirme como compositor, porque mis canciones eran diferentes a las que se oían en esa época, que fue por el año 1929.

Hasta el año de 1934 tuve la oportunidad de dirigir la orquesta de una radiodifusora que pasaba programas en español. Así empecé a introducir mis canciones, que llegaron a popularizarse al grado de abrirme paso hacia algo que yo deseaba lograr: grabar mis canciones. Un día recibí un llamado de don Felipe Valdés Leal para grabar en Discos Decca. Esto sucedió en 1935, año en que contraje matrimonio con una joven de Baja California de nombre María Luisa Martínez.

Mis primeras canciones que se grabaron fueron Si tú supieras, mi nena y Recordaré. A estas siguieron otras, hasta que un día de Dios adornó nuestro hogar una niña, que fue la primogénita y que fue bautizada con el nombre de Alma Angelina Acuña. El cariño que sentía por ella era algo diferente a lo que había sentido antes y será por eso que brotó de mi mente la melodía que lleva su nombre: Alma Angelina.

He compuesto muchas canciones como Di, No sé por qué te quiero, vals que se ha popularizado con el título de Me enamoré de ti, Mis ojos me denuncian, Confesión, Mentira, Flor deshojada, Mi amor y muchas otras canciones que han gustado y se han usado en películas, pero el público ha escogido Alma Angelina como la canción que me distingue como compositor.

Mi esposa y yo tenemos dos hijos, Alma Angelina y Manuel hijo, quienes ya crecieron y se casaron. Nos han favorecido con cuatro nietecitos que adoramos como saben adorar los abuelos.

Sigo componiendo canciones, porque el compositor no deja de inspirarse, aunque el peso de los años vaya aumentando. Ha cambiado un poco mi estilo de componer, porque siendo músico, tengo que componer según el gusto de la nueva generación, pero sin salirme de mi propio estilo.

Actualmente soy productor de Discos Capitol de México para las grabaciones que hacemos Lalo Guerrero y yo de Las Ardillitas, y como dijo un amigo mío que reside en el Distrito Federal: «Manuel, mientras estén naciendo niños en México, Las Ardillitas no dejarán de ser populares y vender discos».

Como mexicano y como sonorense, no olvido a mi patria. Soy presidente del Círculo Social Amigos Nacozarenses de Los Ángeles, California y hemos estado ayudando y trabajando para el mejoramiento de nuestro pueblo, Nacozari de García.

Manuel S. Acuña
Monterey Park, California, EE. UU.
19 de octubre de 1975

P.D. Uso la inicial «S» en medio de mi nombre, que es el apellido materno, Sánchez, porque cuando empezaban a grabarse mis primeras canciones yo me firmaba Manuel Acuña, nada más. El público, al ver este nombre en los discos de mis canciones, creyó que las canciones las había compuesto el poeta laureado, que ya entonces él tendría 75 años de haber fallecido.

Manuel S. Acuña es mi nombre profesional, pero estoy registrado en la Sociedad de Compositores de México, de la cual soy socio fundador, como Manuel Acuña y Sánchez.

Algunas composiciones de Manuel S. Acuña:

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